10 de abril de 2005

En época de apagones, compre su vela

Con despliegue de publicidad en todos los medios, sobre todo en los aburridos documentales que aparecen en televisión y que los directivos de las empresas consideran muy importantes, nos hicieron saber que las medidas que se tomaban en el año para evitar los apagones, eran de primera y resultarían eficientes. Se ven en las fotos y televisión, a unos bravos trabajadores limpiando enormes aparatos. Los señores se tocan los cascos y ya con eso nos quieren decir que son empleados del área eléctrica.

Una voz serena y convencida nos habla de cómo se están tomando las medidas para que en época de lluvias, los habitantes de la ciudad de México y todas las demás ciudades e la republica, no sufran los molestos, amen de los costosos, apagones. ¿Por qué razón las autoridades respectivas se preocupan porque no haya apagones? Muchos contestarían que eso se debe a que las industrias y demás negocios requieren de electricidad, día y noche. Otros hablaran de la preocupación del sector para que el país continué su marcha acelerada. Hacia el progreso y el bienestar social y otros dirán, con sorna, que los puestos en la rama de la electricidad se mantienen a base de que la gente no reniegue de apagones. Ah, porque si se va la luz en Polanco, Las Lomas, El Pedregal de san Ángel, en la del valle o en algunos (no todos) sitios de Coyoacan. La ola de protestas se vera tan alta que podría tapar al jefe de la industria eléctrica.

Hay que saber manejar eso de la política, nos dicen que los que piensan que esta ultima razón es la más poderosa; mientras la normalidad siga, no hay problemas aunque los apagones sean en las áreas, pero que no afecten a las zonas de clase alta, porque la normalidad se termina o por lo menos se tambalea. El trasfondo de todo esto es interesante, si se hace un análisis y veremos que son muchos nuestros problemas y no son mirados con la cercanía y frecuencia que en verdad tienen, porque los encargados prefieren hacerlos llegar a determinados núcleos (supuestamente los mas ricos o los que tienen mas acceso a la denuncia), aunque otros marginados, sufren eso y mas.

Quisiéramos saber como ripostarian las personas de una colonia o barrio de lujo, si dejan este sitio por varios días o por muchas horas sin luz. Periódicos, revistas, sus mismas ramas: los documentales y noticiaros serian pocos para echar en cara las tinieblas en que sus pobres familias vivieron.

Pero si esto sucede en las colonias marginadas, nada pasas. Ellos deben de aguantar esa política de dar a quien grita más fuerte y puede hacerlo, y colocar en segundo término a los que no tienen acceso al grito o la denuncia.
Lo malo, para los directivos, es que un día los que hoy no gritan, lo van a hacer y tan fuerte que el sonido del grito, va a tirar los reactores de la energía eléctrica.

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